Encendido el fuego, añadimos aceite de oliva para freir la carne, que ha sido salada previamente.
Cuando esté dorada, se añaden los espárragos trigueros. Aquí se pueden sustituir los espárragos por rebollones o cualquier seta que queramos añadir. El caso es que no encontramos setas.... pero el plato no las echó de menos!
Con toda la enjundia ya bien hecha, añadimos el pimentón.
El tomate
Dejamos que se fría el tomate y entonces, y sólo entonces, añadimos el agua y le damos candela al fuego para que hierva un rato y coja sabor el caldo.
Probamos de sal, con las debidas medidas protectoras para evitar salpicaduras en los ojos.
La paciencia y el corazón slow nos darán siempre un buen resultado. La prisa mata..... amig@!
Añadimos hierba aromática del terreno, en este caso romero.
Cuando el cocinero estima que el caldo ya está enjundioso, añadimos el arroz.
A los 15 o 20 minutos, y controlando el caldo, presión atmosférica y cal en el agua, el arroz estará hecho y listo para comer.
Sólo queda disfrutar del momento acompañados de un buen vino.
PD: y el apio???
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